viernes, 1 de mayo de 2015

Adaptación Curricular Individual

ADAPTACIÓN CURRICULAR

Cuando a Alberto le detectaron parálisis cerebral a los 6 meses de vida, sus padres le matricularon en uno de los centros de AVAPACE, donde pasó su primera etapa escolar (1-3 años). Una vez cumplidos los 3 años, Alberto comenzó a cursar Educación Infantil en el CEIP Humanista Mariner de Patraix, Valencia. Ahora va a dar el salto a la Educación Primaria, y por ello es importante programar una adaptación curricular individual que le permita llevar un ritmo de aprendizaje a lo largo del primer ciclo de Primaria, la cual puede ser modificada en cualquier momento si vemos que Alberto presenta dificultades para cumplirla. 

Alberto todavía sigue vinculado a AVAPACE (Asociación Valenciana de Ayuda a la Parálisis Cerebral) con los que realiza diferentes actividades de informática o excursiones.

DATOS PERSONALES

Nombre: Alberto Castillo Rodenas

Fecha de Nacimiento: 24/07/2008

Edad: 6 años

Familiares: Amador Castillo Peláez (padre), Teresa Rodenas Pardo (madre) y Oscar Castillo Rodenas (hermano).

PERSONAS IMPLICADAS EN SU APRENDIZAJE

Tutora: Ángela Martí Molina

Maestra de PT: Susana Bartual Marqués

Profesorado de las diferentes áreas:
-  Matemáticas: Rodrigo Pérez Bermjo
-  Música: José Sevilla Campos
-  Educación Física: Verónica Díaz Serrano

Fisioterapeuta: Lucas Barrios García

Logopeda: Andrea Martínez López

DESCRIPCIÓN

Desde bien pequeño, a Alberto se le detectó, a los 6 meses de edad exactamente, una parálisis cerebral, que afectaba al aspecto motriz significativamente. A día de hoy, apenas puede desplazarse por sí mismo sin la ayuda de su silla de ruedas motorizada; además presenta hipertonía, una tensión muscular exagerada y permanente especialmente en sus extremidades superiores cuando sus músculos están en reposo. Por otra parte, sufre disartria, un trastorno del habla que se caracteriza por tener problemas a la hora de articular palabras y pronunciar algunas letras. Presenta también babeo y estrabismo (desviación del alineamiento de un ojo en relación al otro, impidiendo la fijación bifoveolar, la cual impide fijar la mirada de ambos ojos al mismo punto del espacio). 

Además, Alberto es muy tímido. Le cuesta comunicarse con cualquier persona no conocida, y mirar a la cara a la gente con la que habla. Le da vergüenza participar en clase o hablar con alguno de sus compañeros, pues es consciente de su enfermedad y de que no habla bien, y se siente cohibido, pese que a sus compañeros se les ha informado muy bien de su situación y le han aceptado desde el primer momento.

CONTEXTO ESCOLAR

Alberto, a lo largo del curso, alternará sesiones con sus compañeros de clase bajo la supervisión de su tutora y sesiones  privadas con la maestra de PT, logopeda y fisioterapeuta. Por lo general, Alberto se siente cómodo en el ambiente escolar y no suele tener problemas de rechazo por parte del resto de compañeros. No obstante, hay ocasiones en las que el alumno se siente cohibido y se resiste a participar en el aula. 

CONTEXTO SOCIOFAMILIAR

En casa, Alberto tiene todas las facilidades posibles, ya que sus padres están muy concienciados con su discapacidad, lo que genera el ambiente de comodidad y bienestar necesario para que Alberto se encuentre feliz. Antonio, su hermano mayor, que cursa 6º de Primaria también en el CEIP Humanista Mariner, le ayuda y apoya en todas sus actividades, pues le tiene un cariño y afecto especial. Para Alberto, su hermano es un pilar fundamental.

OBJETIVOS

-  Conseguir levantarse de la silla.
-  Coger correctamente diferentes tipos de objetos.
-  Caminar con andador distancias cortas.
-  Ingerir ciertos alimentos sin ayuda.
-  Adquirir el hábito decir: hola, adiós, gracias, por favor, de nada, perdón, etc.
-  Adquirir el hábito de mirar a la gente a la cara cuando se establece un diálogo.
-  Incrementar el nivel de participación del niño en las clases.

CONTENIDOS

-  Para trabajar y mejorar la articulación y el esfuerzo de las piernas, requeriremos la ayuda de un fisioterapeuta. Al principio se trabajará sobretodo la articulación y la flexión de las piernas, primero haciéndosela nosotros mismos o el profesional al niño, y a medida que se avance en el tiempo y el flexionamiento de las piernas sea algo habitual, poco a poco se trabajará para que el niño aprenda a flexionarlas solo y voluntariamente.

Una vez se ha trabajado en la flexión, empezaremos a trabajar la fuerza, pues hace falta mucha, y un esfuerzo extra por parte del niño para que este consiga levantarse. Se harán ejercicios en los que se trabaje el apoyo de las piernas en el suelo, combinándolos con la flexión y levantándolos al principio, realizando los profesionales casi toda la fuerza, y con el tiempo estos harán cada vez menos, consiguiendo así que sea el niño el que cada vez haga más.

-  Partiremos de los objetos que el niño sabe coger o que no le supongan especial dificultad. Se podría empezar dirigiéndole la mano, colocándole los dedos (adaptándonos a sus capacidades) para que sepa como se coge. Para que al principio la dificultad sea menor, sería conveniente empezar haciéndole coger objetos más grandes, y con el tiempo dándole otros más pequeños. Puede aprender a cogerlos también por imitación, copiando nuestros gestos, y a su vez puede que le motivemos a coger un objeto si este es de su interés.

-  El niño, si es llevado por un adulto, sabe andar. Para que adquiera el hábito y aprenda a hacerlo con el andador, podríamos empezar llevándole de ambas manos, y luego de una. Dejaremos que se familiarice con el andador, le mostraremos cómo usarlo utilizándolo nosotros delante de él. Y antes de que empiece a andar correctamente, levantando el andador para andar, podría empezar arrastrándolo, que supone menos esfuerzo. Para que empiece a desplazarse de un sitio a otro, podemos atraerle con objetos de su interés.

-  Una vez ha aprendido  a coger objetos de varios tipos, podemos introducir algunos tipos de comida, alimentos que puedan y sean fáciles de coger con las manos, como galletas, rosquilletas, papas, patatas fritas, etc. Para este objetivo la imitación también puede funcionar. Al principio pueden ser los maestros los que le llevemos el brazo a la boca, y con el tiempo aprendrá a realizar el mismo los gestos.

-  Alberto es un niño tímido, y aunque articula mal ciertas letras, sabe hablar y prestándole atención se le entiende; no obstante, no suele relacionarse con sus compañeros. Para que esto cambie, es importante establecer, en primer lugar, la rutina de saludar y despedirse al entrar y salir del colegio. Hay que vigilar que, si alguien le saluda, él responda al saludo, e insistirle en que lo haga si no lo hace. 

Para que coja confianza podría asignársele un compañero para realizar en pareja las actividades, y acostumbrarle a decir gracias cuando alguien le ayude o por favor si necesita ayuda. Podemos trabajar con él estas palabras clave (hola, adiós, por favor, gracias), por repetición, mostrándole imágenes de situaciones en las que debería usarlas para que lo asimile más facilmente.

-  Otro problema de comunicación es que el niño no suele mirar a la cara a la gente con la que habla, esquiva la mirada. Hay que dejarle claro que es un hábito de mala educación, que lo correcto es mirar a los ojos a las personas que le están hablando, y en caso de que no lo haga le llamamos la atención. Cuando nos mire, hay que reconocerle el gesto, felicitarle. Para conseguir que nos mire podemos hacer gestos, decir algo que sabemos que llamará su atención, etc.

-  Al mismo tiempo que intentamos mejorar la relación del niño con los compañeros, también hemos de mejorar la participación del niño en clase. Es necesario que se encuentre cómodo en la clase, garantizándole que no van a reírse de él si habla. Es un niño inteligente y hay que dejárselo muy claro, que sepa que confiamos en sus capacidades. 

Le haremos preguntas para que participe en clase, y al principio podemos incluso guiarle en las respuestas, “sonsacarle” un poco la información. Le felicitaremos cada vez que conteste bien y tendremos muy en cuenta si participa de forma voluntaria, dándole la palabra la mayoría de las veces (al principio, cuando empiece a ser voluntario, y sin descuidar o ignorar la participación de los otros alumnos) para que sienta que valoramos mucho su participación.

EVALUACIÓN

-  El niño consigue levantarse y sentarse en la silla él solo.
-  El niño sabe coger objetos grandes, por el mango, huecos, y los mantiene cogidos durante un tiempo considerable.
-  El niño consigue desplazarse con andador distancias de 5 metros.
-  El niño coge con la mano y come él solo algunos alimentos.
-  El niño ha adquirido el hábito de saludar y despedirse de sus compañeros, así como de decir "por favor" y "gracias" cuando la ocasión lo requiere. La relación con sus compañeros ha mejorado.
-  El niño mira a la cara a las personas cuando se comunica. No hace movimientos esquivos. 
-  La participación del niño en clase ha incrementado. Responde a las preguntas que se le hacen. En ocasiones participa de forma voluntaria.

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